Evento de una noche presentado por el seminarista Dillon Price 23 de junio de 2025 (en inglés) | 7pm “Princeps Pacis loquitur susurris in intimis cordis” (El Príncipe de la Paz habla en susurros en lo más profundo del corazón). Es en el silencio donde hacemos espacio para que otro pueda hablar, donde nos abrimos para acoger al otro. Para escuchar el llamado de Dios, debemos entrar en el silencio, pues Él “susurra en lo más profundo del corazón” y nos muestra, en esas profundidades, los deseos más profundos con los que nos ha creado. “Mi historia vocacional—aunque tiene muchas facetas y lecciones—puede resumirse en esta frase. Porque el Príncipe de la Paz me ha dado Su paz en mi vocación al mostrarme, en lo más íntimo de mi corazón, el deseo del sacerdocio que Él mismo ha sembrado en mí.” - Dillon Price Acompáñenos en esta noche especial, donde el seminarista Dillon compartirá cómo Dios lo ha llamado al sacerdocio a través del silencio, el discernimiento y la paz. Todos son bienvenidos.

Evento de una noche presentado por el seminarista Solomon Azenda 30 de junio de 2025 (en inglés) | 7pm El llamado de Dios no suele llegar como un grito, sino como un susurro, una suave invitación que espera pacientemente bajo el ruido de nuestra vida diaria. Para el seminarista Solomon Azenda, escuchar ese llamado no fue algo inmediato, pero sí profundamente transformador. “La idea del sacerdocio me sonaba extraña, casi desagradable, como un vestido hecho a medida para otra persona. Mi corazón estaba lleno de ruido, ambición, planes y distracciones. No había espacio para otra voz, especialmente una tan suave como la de Dios. Su Gracia siempre es persistente. Dios no grita por encima de nuestra resistencia; Él espera, como el rocío que se posa lentamente sobre la tierra. Mi camino nunca estuvo marcado por un silencio inicial, sino por un lento alejamiento del ruido. A través de momentos inesperados, conversaciones tranquilas, un examen que casi no presento, el testimonio de la vida de un sacerdote, comencé a escuchar algo más profundo. No un mandato, sino un susurro. No presión, sino paz. En ese momento me di cuenta de que Dios no deja de llamar porque tardemos en responder. Él […]